domingo, 9 de mayo de 2010

3ª SALIDA




SENDA: Caucón- Cañada de la Violeta- Cañada del Alhucemar- La Caína- Merendero- Caucón.




Cinco chicas realizan la excursión, éstas son: Raquel, Ana, Tere, Ana Mari y María José.
Sobre las diez y media llegamos a la plataforma de Luis Ceballos, la estampa mágica del pinsapar nos da la bienvenida. El día es claro, la sensación de frío nos la proporciona un viento suave de noroeste.
Una vez dadas las nociones de orientación, emprendemos la marcha. Nos dirigimos hacia el este, en bajada hacia la Cañada de la Violeta. en el primer cruce de caminos la orientación se hace sencilla para todas.
Se baja con sumo cuidado, evitando caídas que arruinen el día. Una sensación de paz reina en el lecho de la cañada. Invito a las niñas al silencio, sólo el canto de los pajaritos rompen el agradable silencio.
Desayunamos.
Iniciamos una ligera y cómoda subida hasta la Cañada del Alhucemar. Fotografiamos todo lo que nos parece interesante.
También es buena la orientación en el cruce de Las Lomas, se advierte de la subida inminente y nos aligeramos de ropa. La subida lenta no se hace tediosa y suben mejor de lo previsto. El tercer tramo de subida es inacabable para algunas y empiezan los típicos interrogantes de ¿cuánto falta?, ¿falta mucho?...
Llegamos al puerto de Gamones, donde descansamos. Proseguimos hasta el mirador de La Caína, allí las niñas se maravillan de las vistas de la cañada de Las Carnicerías, de las peiodotitas, de los roquedos...
Recorremos el desfiladero con precaución, hasta llegar a la cueva del Pastor y más tarde a la Fuente de la Caína. Nos impresiona durante todo el recorrido, la profundidad de la cañada y la altura del Tajo.
Almorzamos.
El ambiente es relajado y la felicidad natural a estas edades se hace notar durante todo el tiempo que permanecemos en la zona.
De regreso nos fotografiamos en la Cueva del Pastor, observamos la entrada de la Cueva de la Tinaja y comentamos sobre los restos paleolíticos hallados en dicha cueva.
Bajamos hasta Gamones, las dudas aparecen en la orientación. Contemplamos la panorámica desde el mirador y de regreso despertamos a un macho montés que sesteaba.
La excursión llega a su fin, en el monumento homenaje a Luis Ceballos, se cierra un día sencillamente extraordinario.

1 comentario:

  1. Me divertí mucho en la excursión, sobre todo a la vuelta, en el coche cuando el maestro estaba bailando el "vaquero".

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